La película transcurre en una clase numerosa de cuarto año. Uno de los niños presenta baja audición y, debido a la cantidad de alumnos, el bullicio es muy alto, lo que afecta su concentración y le provoca fallas en el dispositivo que le permite escuchar y dolores de cabeza. La maestra reiteradamente les solicita a los alumnos que bajen el volumen y hablen en forma ordenada, pero la situación es muy difícil de sostener. Se traslada el problema y la solución al grupo y familias, que decide investigar.
Así, encuentran un medidor de volumen de voz: un sonómetro. Este medidor de decibelios utiliza su micrófono incorporado para medir el volumen de sonido en decibelios (dB) y también permite ver las muestras en un gráfico, lo que nos permitirá analizar y reflexionar sobre nuestro comportamiento. Cuanto el medidor llega a 70 dB suena una alarma para que se descienda el tono de voz. Esta solución ayudó al grupo a organizarse y a que el compañero no padeciera el bullicio de la clase, al cual ya estábamos muy acostumbrados. Todos nos adaptamos y cambiamos. El proyecto se les borró a los chiquilines, empezaron nuevamente a hacerlo, pero no les dio el tiempo, por eso lo mandamos incompletos. Estaban desilusionados, pero de igual forma enviamos lo solicitado. ¡Gracias!