Cuando nos enteramos de las temáticas, nos dimos cuenta de un problema cotidiano que involucraba a la comunicación y el transporte, un problema que pasa muy desapercibido en nuestra sociedad: la falta de comunicación entre las personas dentro del mismo transporte público. Si la jornada ha sido mala, si hemos tenido un día agotador, llevamos todos esos sentimientos a nuestro hogar. Este dispositivo permitiría divertirnos e interactuar con otro de forma anónima, ya que, aunque estemos en el mismo espacio, cada persona “va metida” en sus temas y terminamos aislándonos, aunque estemos rodeados de personas.
Nosotras pensamos en el comando “radio” del micro:bit. Cada dos micro:bits, elegidos aleatoriamente (para que se respete el anonimato y la privacidad de las personas), se crea un grupo de radio en el ómnibus, en el que hay un juego inicial interactivo. Tocando los pines, se puede encontrar un teclado; lo divertido de él es que se envía en código y la persona que lo recibe debe “averiguar” qué es el mensaje que se está recibiendo (tiene instrucciones de uso a su costado).