EQUIPO

The chosen ones

Problema detectado

Juegos en épocas de pandemia versus suspensión de clases Debido a la situación sanitaria, varios niños de la clase se contactaban con los compañeros mediante juegos en línea. Uno de los preferidos, de acuerdo a los datos obtenidos en un foro en la plataforma CREA, es el Minecraft (allí los niños habían construido la escuela 4 Ángela Pérez de Paysandú). Este juego fue utilizado como recurso para abordar varios temas en clase. El problema fue que al cabo de un tiempo vimos que queríamos tener nuestro propio videojuego, que atendiera nuestras preferencias.

Solución propuesta

En clase comenzamos a relacionar todo lo que nos brindaba el juego Minecraft con conceptos estudiados, pero posteriormente nos interesó tener nuestro propio videojuego, no ser solo consumidores, sino también productores (nos encantaría en un futuro ser creadores de videojuegos y nuevos programas, también realizar intercambios a nivel internacional con el fin de ampliar nuestros conocimientos). El gran desafío fue comenzar a diseñarlo de acuerdo a los conocimientos que hemos adquirido y que fuera adecuado a las preferencias de nuestro grupo de 6º año. Por lo tanto, tomamos lo que conocíamos al respecto, más todo lo aprendido en pensamiento computacional; además, estábamos aprendiendo a usar la micro:bit y decidimos crear un juego, The One Chosen. Primeramente, Lucio había creado un juego siguiendo el tutorial de un video en YouTube llamado “Space Invaders”; teníamos en mente crear el Tetris, un juego muy popular en los años ochenta, que consiste en ubicar bloques mientras van cayendo. El primer día empezamos a programar y nos dimos cuenta de que no se podía (o sea, se podía, pero no sabíamos cómo); ahí fue que Julián nos contó sobre una nueva página de MakeCode, llamada “Arcade MakeCode”, en la que podías crear juegos estilo 16 bits, así que decidimos crear un juego parecido a The Legend of Zelda. Empezamos con el diseño de personajes buscando en la biblioteca de recursos de la página, le pusimos fondo y nuestro protagonista ya tenía nombre: era The One Chosen. Al día siguiente Julián empezó con la programación, mientras nosotros aportábamos nuevas sugerencias y él las iba agregando. Le pusimos movimiento a nuestro personaje y le cambiamos el fondo por otro más atractivo. El siguiente día le cambiamos mucho al juego: le habíamos puesto que lanzara espadas, le pusimos animaciones, le cambiamos el fondo (de nuevo) y agregamos un nuevo personaje (no jugable) llamado Entrenador; él más adelante nos iba a decir cómo jugar y qué teníamos que hacer. Hubo unos días en que no trabajamos ni cambiamos el juego, ya que no sabíamos si podíamos usar esa página en las Olimpíadas. El 14 de agosto de 2021 fue el día final: el juego estaba pronto, tenía diálogos, había interacción con el ambiente, teníamos puntos, vida y, lo más importante, había un jefe final. Pero el juego no estaba terminado, pues aún faltaba arreglar algunos errores (por ejemplo, que los puntos no sean las vidas del jefe y que cada punto obtenido se transforme en monedas, estipular un tiempo de recarga de los tiros de cada espada, entre otros). De esta forma tendríamos nuestro propio videojuego de un jugador, el cual puede ser descargado en consolas creadas específicamente para este tipo de códigos y compartir enlaces en los dispositivos que usen en la escuela nuestros compañeros. Además, existe la posibilidad de compartir el juego en Itch.IO. Es un juego indie estilo Dungeon Quest en el que nuestro personaje principal tiene que ir aniquilando monstruos por el camino. Con la creación de este juego hemos visto que aún podemos continuar mejorándolo y perfeccionándolo. Esta instancia de participación nos motiva a continuar programando videojuegos y reafirmar nuestra pasión por esta actividad, que la vemos como una elección incluso de vida para un futuro.

Departamento

Paysandú

Categoría

Programación

Centro Educativo

Ángela A. Pérez

Subsistema

Educación Primaria

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