Mejorar la calidad del transporte público (ómnibus), en el que viajan demasiadas personas, con mala calidad del aire, y el conductor cierra las puertas sin tener una vista completa de ellas.
Colocar un contador de personas que cuando llegue al límite, diga “lleno”. Instalar un medidor de dióxido de carbono cuyos datos figuren en una pantalla situada detrás del conductor. Hacer que la puerta se abra cuando haya gente delante y que no se cierre hasta que no haya nada.