Exceso de ruido dentro del aula de clases, lo que impide una comunicación efectiva. Suele ocurrir que cuando el docente o un alumno están hablando, quienes están sentados en el fondo del salón se quejan de que no pueden escuchar. Por ello, se nos ocurrió ver una forma de solucionar este problema.
Construir un sensor de sonido ambiental de manera que cuando el ruido dentro del aula supere los valores normales de 65 decibelios, emita un sonido molesto por dos segundos y encienda una luz roja. De esta manera, avisará a los alumnos dentro del aula que el ruido no está permitiendo una comunicación efectiva. Compartimos un enlace con documentación del proceso que se llevó a cabo para llegar al prototipo: https://drive.google.com/file/d/1KtQdPpSZKmL3eL8hD4-YDN5h9925wlJg/view?usp=sharing.